Alimentación: Las élites nos quieren débiles, dóciles y enfermos


Por Concoda / Abril 25, 2021

Traducido por L. Domenech

Profundicemos en la salud para variar. Es hora de abrir tu mente.


¿Qué mejor manera hay de hacer avanzar a la humanidad, que reemplazar nuestra dieta humana natural de alimentos biodisponibles y densos en nutrientes, con desechos artificiales altamente procesados y llenos de toxinas, antinutrientes, pesticidas y productos químicos?

Bueno, ese es el plan futuro potencial, según el Departamento de Agricultura del Gobierno de los Estados Unidos, no la otra agencia que emplea a más de 79.500 personas y cuya función específica es mejorar la salud de los ciudadanos.


Podríamos revertir, e incluso curar enfermedades crónicas, como la enfermedad de Crohn , el SII (Síndrome del Intestino Irritable), y la artritis . Podríamos eliminar la diabetes tipo dos. Podríamos mejorar la salud metabólica de nuestos ciudadanos. Podríamos solucionar nuestra crisis de salud mental. Podríamos hacer que nuestra nación sea saludable, productiva y fuerte, y por lo tanto próspera, convirtiendo la esclavitud del azúcar en la liberación del azúcar.

Pero, lamentablemente, el 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de los anos de las vacas, no el 77% proveniente de los procesos industriales, eléctricos y de transporte, se ha convertido en una amenaza tal para la humanidad, que debemos reducir nuestra ingesta de carne en un 90%, nuestro consumo a cuatro libras por año (1,81 kgs.), y consumir solo una de las hamburguesas de la muerte de McDonald's no mas  de una vez al mes, a menos que queramos enfermar.

No dejemos que la gente coma lo que quiera comer. No apoyemos las libertades básicas. Reintroduzcamos el racionamiento de alimentos. Prohibamos que las personas consuman alimentos que aumentaron el tamaño del cerebro de nuestros antepasados durante millones de años mientras promueven lo que causó que nuestros cerebros se encogieran desde que comenzó la Revolución Agrícola . Y ya que estamos en eso, hagamos que la gente crea que la carne roja , las grasas saturadas y el colesterol causan cáncer, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas, a pesar de que no tienen sentido científico , biológico o histórico .


Por supuesto, el gobierno realmente quiere lo mejor para nuestra salud, por lo que promueven la pirámide alimenticia basada en ciencia cero y sin ensayos clínicos y nos dicen que comamos "todo con moderación", incluidos los alimentos que inducen enfermedades. Además, ignore que el estado se metió en la cama con la industria azucarera en la década de 1960. Fue simplemente una coincidencia que Ancel Keys hiciera una fortuna después de afirmar que las grasas saturadas y el colesterol eran los verdaderos asesinos disfrazados de alimento.


Por supuesto que las grandes corporaciones alimentarias y los supermercados también quieren lo mejor para nuestra salud. Se han construido pasillos enteros de supermercados con la premisa de que el colesterol y la grasa son peligrosos, lo cual es una tontería, ya que mucha fibra es buena. Solo soporta la hinchazón constante, el estreñimiento, el dolor, el sangrado y “tu número dos” -la panza- se hace más grande debido a eso. Estoy seguro de que eso no es nada.


Todos esos yogures bajos en grasa, margarinas, quesos y mantequillas, todas esas barras de proteína con alto contenido de fibra, cereales, galletas saladas y waffles, todos esos aceites de semillas "saludables", seguramente no pueden estar ahí porque son más baratos y más rentables de producir que las alternativas. Sí, cubren las sobras industriales fortificadas con azúcar, lo llaman cereal para el desayuno y tienen la audacia de etiquetar la caja con un letrero así de grande que dice una fuente de vitamina D”, pero tiene que estar en los estantes por el bien común, por nuestra salud. Después de todo, las grandes corporaciones alimentarias no nos han lavado el cerebro para que comamos en función del sabor en lugar de la nutrición. La comida no es combustible, sino entretenimiento, ¿verdad?


Promover la sabrosa y apetitosa pirámide alimenticia tampoco tiene nada que ver con que las élites tengan participaciones mayoritarias en todas las grandes corporaciones alimentarias, farmacéuticas, químicas y agrícolas que perderían miles de millones de dólares si eliminamos los alimentos baratos de producir que causan enfermedades, y se reemplazan estos con alternativas sostenibles


Ignore las emisiones ligeramente más bajas pero existentes de la agricultura que involucra la producción de trigo, granos, maíz y soja. Las élites no tienen ningún conflicto de interés en reducir nuestra ingesta de carne, perjudicando los negocios de las empresas alimentarias competidoras y los ganaderos que ya implementan esas alternativas sostenibles.


En cambio, debemos actuar pronto porque los pedos de vaca son el mayor peligro contaminante, peor que la guerra nuclear. No son nada comparados con la colosal y furiosa bola de fuego que se encuentra a 150 millones de kilómetros de distancia emitiendo llamaradas solares o los millones de futuros Tesla Model 3 que están cargando sus baterías. Ignoremos cómo el óxido nitroso de la gran industria permanece en la atmósfera durante 100 años con un efecto de calentamiento global de 265 años en comparación con la vida útil del metano de 28 a 36 años. Ignoremos la historia y los millones de bisontes que solían vagar por las llanuras estadounidenses hace doscientos años , emitiendo cantidades colosales de metano sin efectos condenatorios a largo plazo.


Y, lo más importante, protejamos a nuestros genios que mantienen intacto el status quo. Ignoremos la hipocresía del cambio climático de Elon Musk, el fraude de valores y el engaño de las fusiones, y etiquetemos a los disidentes, defensores de la salud de la nueva era que promueven dietas "peligrosas", como "teóricos de la conspiración", un término definitivamente no creado por el mismo gobierno, que ahora nos aconseja lo que nosotros podemos y no podemos comer. Luego, si eso falla, tírelos a Alcatraz .


Proteger a la élite capitalista de compinches y a su riqueza, engañar a las masas y transformar la historia humana fundamental en un juego político de “divide y vencerás”, es la forma en que crearemos un mundo utópico pospandémico. Recuerde, estamos todos juntos en esto. Simplemente ignore la enorme desigualdad de riqueza, las injusticias sociales en salud y todo lo demás.


Como el estado indudablemente tiene un conocimiento superior sobre la nutrición, debemos confiar en lo que dicen los “científicos” y los “expertos” del gobierno y seguir sus pautas dietéticas. No queremos terminar con una población que es tonta, dócil y enferma porque ¿por qué un estado plutocrático, con un departamento creado específicamente para monitorear el bienestar humano, no querría una nación sana, inteligente y enérgica? No puedo pensar en una sola razón por la cual esto pueda ser así. Ni una.

Tal vez debería limitarme a comer insectos y no hacer más preguntas estúpidas.


Nota de Concoda


Apoyo el derecho de todos a comer lo que quieran, ya sean plantas o una dieta 100% basada en Twinkie. Estoy compartiendo esto para mostrar lo que aprendí sobre una dieta de eliminación, no para comenzar una "pelea de comida". He respaldado cada declaración con pruebas. Se eliminará cualquier comentario que ataque a veganos, carnívoros, etc.

Antes de seguir cualquiera de los consejos que lee en esta columna, busque la guía de un profesional médico, preferiblemente uno que no le recete una cantidad infinita de medicamentos tipo sana sana, y que tenga un historial nutricional superior al promedio.

Comentarios

  1. En las cuestiones referentes a la alimentación como en cualquier otro asunto, no parece muy conveniente polarizar las opiniones al extremo condenando una de las interpretaciones y ensalzando la contraria. Es obvio que en todo lo que se refiere a la alimentación hay intereses creados de carácter extracientífico por cuestiones económicas -perfectamente legítimas- corporativas, políticas etc. Por ello una visión apoyada en criterios científicos siempre será una salida más digna a la hora de juzgar todo lo referido a lo que resulta más deseable en términos de salud pública relacionado con la alimentación, sin perder de vista, claro está que la ciencia no es en absoluto inmune a las influencias de otros tantos intereses que, en buena medida financian sus programas de investigación.
    Dicho esto, mi opinión como nutricionista basada en una visión estrictamente científica, coincide en su mayoría con la visión popularizada de una pirámide de los alimentos que de una manera muy clara y fácilmente comprensible enseña a la gente a comer mejor así como las recomendaciones de reducir el consumo de grasas saturadas, carnes rojas o azúcares por estar demostrado científicamente su implicación en ciertas enfermedades. Por otro lado, es evidente que los procesos de producción de los alimentos han de estar siempre vigilados y constantemente mejorados para evitar una implicación dañina con el medio ambiente. En todo caso, tú eres el último responsable de lo que comes y es tu opción personal el informarte adecuadamente o no de este acto tan cotidiano.

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  2. Comparto plenamente tus valiosas apreciaciones sobre el contenido del artículo. No creo que "Las élites nos quieran débiles y enfermos", pero si creo que nos necesitan para dar salida a la química y a los plásticos, por citar tan solo dos cosas. La alimentación es uno de los mayores sectores de negocio del mundo, y la alimentación en manos de multinacionales es una estupenda oportunidad de ganar dinero a espuertas. Si no existieran la CocaCola y la Nestlé, no habría en alimentación tantos problemas por causa del exceso de azucar. Concoda tiene tendencia a exagerar con el lenguaje, y este artículo suyo no es la excepción. Gracias Malena por tu comentario.

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